Falta un mes para que llegue el verano y las temperaturas cada vez son más altas. Poco a poco nos vamos deshaciendo de la ropa de abrigo por prendas más fresquitas y nos entran las prisas por lucir una piel bronceada.
Esta urgencia por estar morenos de la noche a la mañana nos lleva a cometer imprudencias que ponen en peligro la salud de nuestra piel. Entre algunas de esas imprudencias se encuentran: tomar el sol sin protección o las sesiones en cabina de Rayos UVA.
En la mayoría de los casos no somos conscientes de los riesgos que asumimos cuando acudimos a un solárium para broncear nuestra piel de forma artificial. Hasta hace unos años broncearse de forma artificial se consideraba un factor de riesgo para padecer melanoma maligno, un tipo de cáncer de piel; sin embargo diversos estudios realizados por expertos durante los últimos años han hecho que la OMS (Organización Mundial de la Salud) reconsidere el peligro de estas cabinas.
Actualmente la máxima organización a nivel mundial de salud considera los rayos UVA como un agente cancerígeno; y no es para menos ya que aumenta un 20% el riesgo de padecer cáncer de piel y cerca de un 90% si la exposición tiene lugar antes de los 35 años.
FALSOS MITOS SOBRE LAS CABINAS DE RAYOS UVA
- No preparan la piel para el sol. A decir verdad provocan mutaciones en el ADN que pueden provocar cáncer.
- Los rayos UVA son mucho más peligrosos que el sol. La intensidad de la radiación untravioleta es 20 veces más fuerte que la solar con todos los riesgos que esto conlleva.
A corto plazo la exposición ultravioleta puede provocar:
- Reacciones alérgicas
- Quemaduras
- El envejecimiento prematuro de la piel
- La aparición de manchas
- Pérdida de elasticidad de la piel
En Brasil es delito darse rayos UVA debido al aumento descontrolado en este país de los casos de pacientes con cáncer de piel. Otro país que se sumará a la iniciativa de Brasil es Australia, donde en dos estados estará prohibido por ley darse rayos antes de que acabe 2014.
Otros países, entre los que se encuentra España, la legislación es más tolerante prohíbe el uso de lámparas de luz ultravioleta por menores de edad.
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