Muchas personas llegan a la edad adulta sin saber nadar, en ocasiones motivados por alguna mala experiencia que guardamos de nuestra niñez o sencillamente porque es una habilidad que se da por sentada. No obstante, si no hemos interiorizado la técnica de natación adecuada es probable que no nos sintamos seguros en el agua.
Este problema tiene fácil solución, podemos aprender a nadar dando clases de natación para adultos. En verano tanto los organismos públicos de nuestra ciudad en sus instalaciones, como los clubes privados comienzan a dar clases de natación.
A continuación te damos algunos consejos para que le pierdas el miedo al agua:
- Date un ligero baño en las duchas que hay colocadas al borde de la piscina para que no notes excesivamente el cambio de temperatura cuando te sumerjas en la piscina.
- Entra en el agua por la escalerilla. Normalmente hay varias, pregunta cuál de ellas es la que está colocada en la zona de menor profundidad para que el agua te vaya cubriendo poco a poco y no te encuentres de repente sin dar pie.
- Cuando estés en una zona donde te sientas cómodo y relajado intenta despegar los pies del suelo y comenzar a flotar. Si colocas los brazos en forma de cruz y empujas con la zona pélvica hacia arriba verás como tu cuerpo flota en el agua.
- A continuación colócate cerca del bordillo e introduce la cabeza poco a poco en el agua. No tienes que sumergirte muy profundamente, lo que tú te sientas cómodo, tampoco hace falta que te sueltes del bordillo; la intención es que te acostumbres a estar debajo del agua y aprendas a controlar la respiración.
- Agarrado al bordillo comienza a chapotear con las piernas, mantén la cabeza siempre fuera del agua. Ahora gírate y haz el mismo ejercicio pero en lugar de boca abajo, practica boca arriba. Procurando no hundirte y mantenerte siempre en la línea de flotación.
¡Sigue nuestros consejos y verás como muy pronto estás disfrutando con tu familia y amigos de un buen chapuzón!
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