Durante la adolescencia tienen lugar muchos cambios en nuestro organismo. Esta etapa de desarrollo es especialmente dura para los menores que están comprometidos con alguna modalidad deportiva, ya que están más expuestos a sufrir accidentes.
Pensando en ellos, en QuieroSalud hemos recopilado una serie de pautas que deberían tener en cuenta para evitar las temidas lesiones físicas:
- Estirar antes y después de realizar cualquier tipo de esfuerzo.
Antes de una competición o un entrenamiento duro debemos avisar a nuestro cuerpo de que vamos a realizar un sobresfuerzo físico. El calentamiento es el encargado de alertar a nuestro organismo y preparar los músculos para el ejercicio.
Un buen calentamiento estira los músculos con una tensión suave y constante durante intervalos entre diez y treinta segundos. No es conveniente dejar de ejercer presión sobre el músculo de forma brusca, lo ideal es interrumpir la posición de forma gradual.
Después del ejercicio debemos concederle a nuestro cuerpo un tiempo de recuperación. Es conveniente que bebamos agua e ingiramos hidratos de carbono o proteínas. También es importante que descansemos adecuadamente y durmamos las horas necesarias para completar nuestra actividad sin mayores inconvenientes.
- Hábitos saludables
Los deportistas deben cuidar su higiene personal. Una ducha a primera hora de la mañana para arrancar el día con energía y otra después de entrenar será suficiente. Para los jóvenes que practican algún deporte seguir su rutina diaria de entrenamiento y clases supone un gran desgaste físico. Así que deben procurar comer entre cuatro y cinco veces al día para mantenernos activos. También es conveniente que eviten las chucherías y mantengan una dieta equilibrada.
Otro punto importante es dormir bien y descansar lo suficiente para hacerle frente a nuestro ritmo de vida. Así que sería conveniente que durmiéramos entre ocho y diez horas diarias.
- Hidratación
Dos horas antes del entrenamiento o la competición debemos tomar al menos medio litro de agua, ya que durante el ejercicio nuestro organismo va a perder mucha agua.
En el caso de que nuestro entrenamiento vaya a prolongarse durante un período superior a una hora debemos ingerir algo de fruto o cualquier otro alimento fácil de digerir y rico en hidratos de carbono. Cada veinte minutos de ejercicio es conveniente que bebamos un poco de agua o bebida isotónica pero no más de un litro cada hora.
- El desayuno: la comida más importante del día
La primera comida del día es la más importante ya que durante las horas de sueño el cuerpo ha realizado un ayuno prolongado. Así que debemos proporcionarles los nutrientes necesarios para hacer frente a nuestra rutina diaria.
En un buen desayuno debemos incluir lácteos, cereales, algo de fruta y grasas. Los lácteos podemos consumirlos en yogures, queso o leche. Lo ideal es que nuestro aporte de grasa nos lo proporcione el aceite de oliva o la margarina y los cereales nos lo proporcione el pan. Levántate con tiempo para poder desayunar tranquilamente y sin prisas.
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