A medida que se va acercando el verano cada año aparecen un gran número de dietas que se popularizan gracias a la fama y el reconocimiento público de sus padrinos. Conocemos la dieta milagro de una actriz que le ha permitido recuperarse de un embarazo en un tiempo record o los medios de comunicación filtran la dieta de cabecera de una reconocida cantante de pop internacional que le permite lucir perfecta durante todo el año y  que, casualmente, acaba de publicar en un libro.

Esta temporada no iba a ser menos y montones de libros sobre dietas milagro ya se agolpan en los escaparates de las más prestigiosas librerías para hacer las delicias de los que cada año han recuperado su fe en este tipo de dietas.

A continuación os algunas de las que se han popularizado este año:

Dieta Clean

La dieta del doctor Junger es una dieta depurativa o programa de desintoxicación del organismo. Este plan promete que si durante tres semanas sigues su planteamiento una vez trascurrido este lapsus de tiempo continuarás perdiendo peso de forma natural.

Alejandro Junger defiende en su libro “Clean” que el organismo se intoxica con la ingesta de alimentos inadecuados que tienen  químicos y sustancias tóxicas. Éstos favorecen la acumulación de grasas y toxinas en nuestro organismo. El “plan de limpieza” permite librarnos de estas toxinas mediante la eliminación de aquellos alimentos pocos saludables. La dieta consiste en la toma de tres comidas al día, dos líquidas (desayuno y cena) y una sólida (almuerzo). Además, existe una lista de “alimentos prohibidos” durante los 21 días de depuración y otra lista de “alimentos permitidos”.

Dieta de la Zona

La dieta de la zona consiste en la regulación hormonal de los eicosanoides (antiinflamatorios naturales) mediante el control de los niveles de glucosa e insulina en el organismo. Para lograr un balance hormonal en positivo su creador, Barry Sears, propone en su libro “La Revolucionaria dieta de la Zona” un plan compuesto por cinco comidas en el que cada ingesta debe aportarnos la proporción exacta de carbohidratos (40%), proteínas (30% y grasas (30%). Además, el aporte de ácidos grasos Omega 3 es fundamental para esta dieta.

 El concepto “de la zona” difiere de un paciente a otro, ya que según las propias palabras de su creador se refiere al balance hormonal adecuado. Cada persona necesita un aporte nutricional determinado para alcanzar el balance calórico. El cuerpo no puede guardar y quemar grasa al mismo tiempo, Sears defiendo que toma mucho tiempo pasar de guardar grasa a quemar grasa si los niveles de insulina en el organismo son elevados. Esta dieta pretende “reprogramar” el cuerpo para que use la grasa almacenada como fuente de energía y así se logre la pérdida de peso.

Dieta 5:2

La dieta que propone Kate Harrison en su libro “La Dieta 5:2” permite comer todo cuanto quieras durante 5 días a la semana  siempre y cuando realices dos jornadas de ayuno (no consecutivas) semanales en las que no puedes consumir más de 500 calorías.

En Inglaterra, Michael Mosley, un periodista de la cadena BBC puso aprueba esta dieta en el documental Horizon. Durante las retransmisiones se pudo ver como  Harrison adelgazó hasta 6.5 kilos durante un mes siguiendo las indicaciones de esta dieta.

En cualquier caso, siempre se recomienda consultarle a nuestro médico de cabecera antes de iniciar una dieta. Él nos pondrá en contacto con un especialista en nutrición que nos indicará el plan nutricional que mejor se ajuste a nuestras necesidades.

Visita nuestra web en www.quierosalud.es

Guardamos la ropa de invierno y cambiamos  los edredones por livianas colchas de verano. Sin embargo, muchas noches de verano ni con esas logramos librarnos de las sofocantes temperaturas y nos cuesta dormir.

En QuieroSalud hemos pensado algunos consejos que te pueden ayudar a conciliar el sueño las noches de verano:

• Cuando los termómetros superan la media debemos optar por una cena ligera. Una ensalada o un gazpacho acompañado por algo de fruta de temporada como la sandía o el melón nos ayudará a refrescar nuestro organismo.
• Siempre se aconseja beber dos litros de agua el día, pero en verano aún con más razón. Las altas temperaturas y la excesiva sudoración pueden comprometer nuestra salud con episodios de deshidratación.
• No consumas bebidas con cafeína o alcohol. Este tipo de bebidas pueden alterarnos el sueño.
• Aprovecha las primeras horas del día o la caída del sol para ventilar la habitación. Las horas de sol procura tener las persianas del dormitorio echadas.
• Si tienes aire acondicionado en la habitación prográmalo en el modo noche y automático para que mantenga la habitación a la temperatura que hayas programado durante toda la noche.
• Antes de acostarte date una ducha corta para  refrescarte.
• Duerme con un pijama de algodón, mejor que sin ropa. Cuando dormimos sin pijama la humedad de nuestro cuerpo se traspasa a las sábanas y al colchón aumentando la sensación de calor. Sin embargo la ropa de algodón absorbe la transpiración y nos facilita el sueño.
• Es preferible que durmamos boca arriba o de lado antes que boca abajo.
• Si te despiertas en mitad de la noche acalorado, dale la vuelta a la almohada o desplázate sobre el colchón y colócate sobre una zona donde las sábanas estén frescas.

Visita nuestra web en www.quierosalud.es

Llevamos meses esperando que llegue el buen tiempo y ya está aquí.  Muchos aprovechan los fines de semana para poner rumbo a la costa y disfrutar de estas prematuras temperaturas veraniegas y del sol.

En QuieroSalud hemos recopilado algunos consejos para tomar el sol sin comprometer la salud de nuestra piel:

• Evita el sol entre las 12 y las 16 horas. En este periodo del día las radiaciones solares son muy fuertes. Si no tenemos más remedio que estar al sol en este intervalo de tiempo debemos aumentar la protección solar aplicándola más veces durante estas horas.
• Usar una protección solar adecuada a nuestro tipo de piel. Pregúntale a tu dermatólogo el factor de protección que debes usar dependiendo de su tipo de piel, la exposición, edad, etc.
• La protección solar se debe aplicar al menos media hora antes de exponernos al sol y renovarla cada 2 horas independientemente del factor de protección que usemos. Si en el trascurso de estas dos horas nos damos un baño, lo ideal es renovar la crema cuando salgamos del agua.
• Protégete la cabeza y los ojos del sol usando sombreros y gafas de sol con cristales homologados.
• Tras una jornada de playa o piscina debemos aplicarnos después del baño una crema aftersun que hidrate en profundidad nuestra piel al mismo tiempo que la calma.
• Si tenemos manchas en la piel o lunares, debemos ir al dermatólogo antes de que llegue el verano para que nos haga un examen exhaustivo.

Si sigues todos nuestros consejos podrás disfrutar de las jornadas de sol con total tranquilidad.

Visita nuestra web en www.quierosalud.es