Como nos ocurre a los adultos, los niños llegan al verano con ganas de descansar, pasarlo bien con los amigos y disfrutar al máximo del tiempo libre que tienen antes de volver al colegio. No obstante hay que convencerlos un poco de que las vacaciones son  largas y hay tiempo para todo, también para repasar y reforzar lo que han aprendido durante el curso.

Al final del curso, los tutores de nuestros hijos suelen indicarnos una serie de libros que deben leer y algunos cuadernos de actividades.  En el caso de que no les manden ninguna tarea, nosotros mismos debemos pedirle al profesor que nos asesore sobre qué libros son los más recomendables.  No importa que nuestros hijos hayan sacado unas excelentes calificaciones, el principal objetivo de esta tarea es que los menores no olviden lo que han aprendido durante el año escolar.

También es interesante que le preguntamos si ha detectado que alguna materia le resultaba más compleja para que podamos hacer hincapié.  Así nuestro hijo  comenzará el próximo curso con los conceptos del anterior bien afianzados y preparados para adquirir nuevos conocimientos.

En líneas generales nuestra recomendación es que lean, trabajen la escritura, refuercen los idiomas y las matemáticas.

ALGUNAS IDEAS

1. Si a tu hijo le ha quedado alguna asignatura es recomendable que lo apuntes a una academia de refuerzo o contrates a un profesor particular especializado en dicha materia.

2. Consulta por Internet material didáctico específico para tu hijo según su edad. En la red podremos encontrar fichas de refuerzo o algunas ideas para configurar nuestras propias tareas de refuerzo.

3. A principio de verano acude con tus hijos a una librería para comprar los libros que deben leer durante el verano. Seguro que el establecimiento les maravillará y así lograremos que se sientan algo más involucrados en el proceso de aprendizaje.

¡HACER DEBERES PUEDE SER DIVERTIDO!

- Deja que tu hijo elija el libro que va a leer durante las vacaciones, al menos, dale la ocasión de elegir entre algunos que tú previamente hayas seleccionado como lecturas recomendables.

- Ayúdalo a ejercitar la mente con juegos de palabras, sumas, restas, etc.  Estos son una excelente idea para matar el tiempo durante las horas de viaje.

-  Busca en Internet si hay en tu ciudad alguna exposición cultural para niños o actividades programadas en museos para menores. Normalmente los grandes museos suelen realizar este tipo de visitas guiadas para niños cuando es época de vacaciones.

De esta forma disfrutaremos de tiempo libre en familia al mismo tiempo que ellos se divierten y aprenden.

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El verano se acerca y las vacaciones escolares también. En QuieroSalud hemos pensando algunos planes para que los niños se lo pasen en grande estas vacaciones:

Campamentos de verano

Es una de las opciones más recomendada para que los niños pasen su tiempo libre. La oferta es muy variada y permite a los niños seguir aprendiendo de una forma entretenida. Además de aprender a ser más autónomos y relacionarse con más niños de su edad.

Hay diferentes tiempos como: Granjas-escuelas, multi-aventura, talleres bilingüe…

A la hora de elegir el campamento hay que tener en cuenta la edad, el entorno, los gustos de los hijos, y además en estos tiempos de crisis es primordial conocer el presupuesto del que disponemos para gastar.

Planear visita al zoológico, zoomarine o Reserva natural

Como es bien sabido a los pequeños les encanta los animales, y en estos lugares en épocas estivales se ofrecen actividades para que los niños puedan interactuar con los animales, por ejemplo dándoles de comer. Todo eso a la vez que aprenden un poco más sobre la fauna.

Playa o Piscina

Si tu ciudad dispone de playa no tendrás mayor problema ya que podrás llevarlo a que disfrute de un día o una tarde en compañía de la familia y amigos. Por el contrario, si donde vives no hay playa puedes hacer una excursión a cualquier de las playas que tengas cerca de tu lugar de residencia.

Por otro lado, las piscinas públicas son también una magnífica alternativa. Allí los chicos disfrutarán de buenos momentos y tendrán la posibilidad de interactuar con otros niños.

Actividades en los  parques

Si dispones de poco tiempo una buena opción es realizar diferentes actividades con tu hijo en un parque cercano, como por ejemplo: hacer una ruta en bici o en patines. Ellos estarán haciendo actividad física, se divertirán, estarán contentos porque su familia participa también en esa actividad. En resumen, sería un buen plan para las tardes de verano.

Parques acuáticos

Esto es una alternativa para hacer unos de los días en que no tengas ningún plan, ya que el parque acuático dispone de diferentes atracciones, actividades acuáticas, restaurante o picnic para que podáis almorzar o merendar allí también. Sería una buena opción para pasar un domingo en familia.

Para finalizar, la preocupación de algunos padres es que sus hijos han sacado malas notas y que si sería buena idea premiarle con actividades que el niño está deseando hacer en vacaciones. Desde aquí te aconsejamos que el niño debería realizar una serie de tareas para reforzar las asignaturas que ha suspendido, pero no ponerle un horario como en el cole, es decir, intentar que el niño asimile los conceptos no aprendidos  fomentando el aprendizaje de la forma más lúdica posible, dando la posibilidad al chico de que hagas algunas actividades que le divierten.

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La leche materna es el mejor alimento para un recién nacido y el mejor seguro de vida para los bebés con menos de seis meses de vida. Así lo refleja diversos estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Por esta razón, dicha organización recomienda comenzar con la lactancia materna durante la primera hora de vida del pequeño y que las tomas se realicen cada vez que el recién nacido lo demande, sin importar qué hora es. Es más, se recomienda que durante el primer semestre evitemos que el bebé use chupete o biberón.

BENEFICIOS PARA EL BEBÉ

La leche materna aporta al recién nacido todos los nutrientes que necesita para mantenerse sano y fuerte. Asimismo contiene anticuerpos que previene al bebé de enfermedades como la neumonía o la diarrea, las principales causas de mortalidad infantil.

También se han detectado beneficios a largo plazo en aquellos adultos que de bebés se alimentaron de la leche de sus madres. Concretamente, los adultos que tuvieron lactancia materna mantienen su presión arterial más baja, padecen menos de colesterol y se detectan menos casos de sobrepeso, obesidad y diabetes del tipo 2. Incluso existen estudios que demuestran que las personas que se alimentaron de leche materna durante los primeros meses de vida son más inteligentes.

BENEFICIOS PARA LA MADRE

La lactancia materna también beneficia a la madre, ya que previene el cáncer de mama y ovarios; además ayuda a la madre a recuperar el peso que tenía antes de quedarse embarazada.

APOYO A LA MADRE

La OMS recomienda que todas las madres tengan una baja materna de 16 semanas como mínimo para que pueda recuperarse completamente del parto y amamantar a su bebé durante sus primeros meses de vida. Muchas mujeres deben renunciar a dar el pecho a sus hijos ya que tienen que incorporarse de inmediato al trabajo y no tienen tiempo.

Una vez transcurridos los primeros seis meses de vida, la OMS recomienda incorporar a la dieta del bebé nuevos alimentos pero sin interrumpir la lactancia. Estos alimentos deben suministrarse con cuchara o en biberón. No debemos preocuparnos si al pequeño le cuesta un poco adaptarse a esta nueva etapa, es lo normal.

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Muchos padres se preguntan a qué edad deben llevar a su hijo por primera vez al dentista, ¿cuándo le sale el primer diente?, ¿cuándo comiencen a desprendérseles? Actualmente los especialistas en odontología recomiendan que la primera visita al dentista de un niño sea durante su primer año de vida.

A muchos de nosotros esto podría parecernos demasiado pronto; sin embargo, esta visita es muy importante, ya que el especialista revisará si el menor tiene caries provocados por el biberón, si padece alguna enfermedad periodontal y si sus dientes están creciendo en la posición correcta.  Además en esta visita se les indicará a los padres las rutinas de higiene bucodental que le deben inculcar a su hijo. Tras la primera visita debemos programar una revisión anual.

Hasta hace unos años la primera visita al dentista se recomendaba alrededor de los 3 años, es decir, cuando los niños ya tienen todas sus piezas dentales provisionales o los conocidos popularmente como dientes de leche. Sin embargo diversas encuestas realizadas a alumnos de preescolar revelaron que casi un 30% de niños que no habían cumplido los cuatro años tenían caries. A partir de ese momento los especialistas aconsejan comenzar la higiene bucal antes de que aparezca el primer diente y acudir al dentista antes de que el niño cumpla un año.

Miedo al dentista

Muchos niños tienen miedo a ir al dentista. Esto normalmente se debe a una mala gestión de la situación por parte de los padres, ya que el niño antes de su primera visita nunca ha tenido relación con el dentista, así que no sabe qué idea debe tener al respecto.

Nuestra recomendación es que los padres vayan preparando a su hijo para la primera visita cuando ésta se vaya acercando. Lo más importante es transmitirles sentimientos positivos al respecto: confianza, tranquilidad y seguridad. Si nos ven tranquilos y felices al respecto, ellos también se contagiarán de esa felicidad.

Nuestra misión como padres es que entre nuestro hijo y el dentista se forje una buena relación en la que no haya miedos ni temores.

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La obesidad  es una acumulación excesiva de grasa en el cuerpo que pone en peligro nuestra salud. La Organización Mundial de la Salud considera la obesidad como una pandemia mundial y calcula que en 2015 más de 700 millones de personas serán obesas.

La mitad de los españoles adultos son obesos o tienen problemas de sobrepeso, cuestión que afecta a un 28% de los niños españoles.  Los expertos calculan que el 80% de los menores que actualmente tienen problemas de sobrepeso cuando sean adultos continuarán padeciéndolos si no mejoran sus hábitos alimenticios.

El término “sobrepeso” no es sinónimo de “obesidad”.  Cuando una persona tiene un peso por encima de lo recomendado para su edad y su altura se considera un problema de sobrepeso.  Esto se calcula mediante el Índice de Masa Corporal (IMC).

Cuando una persona tiene un IMC superior al 30 se considera obesa; mientras que si se encuentra entre el 25 y el 29,9 los expertos estiman que tiene un problema de sobrepeso.  Los niños que experimentan problemas de sobrepeso cuando llegan a la edad adulta derivan en obesidad. Así que es conveniente que los problemas de peso se comiencen a tratar cuanto antes para que la salud y la calidad del menor no se vean afectadas.

En QuieroSalud hemos recopilado una serie de consejos que pueden ayudar a los padres a prevenir la obesidad en sus hijos:

- Elimina la bollería industrial, el chocolate y los dulces de la lista de la compra. Estos son alimentos con una composición nutricional pobre o nula y ricos en grasa, por esta razón debemos evitar tenerlos en casa, ya que suponen una tentación para los pequeños.

- El desayuno es la comida más importante del día, así que debemos procurar que tomen un desayuno completo para que puedan afrontar la rutina diaria despiertos y con energía.

- Debemos acostumbrar a los niños a comer verduras. Si un niño come con total normalidad vegetales, no como algo excepcional y casi traumático, él mismo lo verá como un alimento más.

- Fruta de postre. Al igual que en el caso de las verduras, debemos hacerles ver a nuestros hijos que la fruta forma parte de su alimentación diaria. Una buena opción  es ofrecérselas de postre, ya sean peladas o en batidos.

- No debemos utilizar los alimentos como recompensas o castigos. Si asociamos el chocolate con la recompensa y las verduras con el castigo; erróneamente nosotros mismos estaríamos  diciéndoles a los niños que deben considerar apetecible y que no.

- Los menores deben practicar deporte a diario. Apuntarlos a cursos  extraescolares con sus compañeros del colegio donde practiquen natación, fútbol o cualquier actividad que les permita hacer ejercicio.

- Los fines de semana debemos salir con los niños al campo o  a jugar al aire libre, para que se mantengan la mayor parte del tiempo activos y reduzcan las horas que dedican a actividades sedentarias como jugar a la consola o ver la televisión.

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