Un periodo de carencia es aquel periodo de tiempo que debe transcurrir desde el alta en el seguro médico y la posibilidad de acceso a determinados servicios de asistencia sanitaria. Durante este periodo de carencia existen una serie de coberturas y servicios sanitarios que no se encuentran cubiertos por la póliza de seguro, hasta que no transcurra determinado periodo de tiempo.
Normalmente, las principales coberturas que no se encuentran cubiertas en los primeros meses de vigencia del seguro suelen ser las siguientes:
Parto o cesárea
De forma general la cobertura sanitaria por parto o cesárea se encuentra excluida de las coberturas del seguro médico hasta que no hayan transcurrido 8 meses desde su contratación. Por ello, aunque contratemos un seguro de salud para tener asistencia sanitaria y asistencia en el parto, si se contrata una vez que el embarazo ya esté en curso no se encontrará cubierto por la póliza.
Intervenciones quirúrgicas y hospitalización
Para poder acceder a cualquier intervención quirúrgica así como a hospitalización ya bien sea consecuencia de la intervención o por otras causas, deberá transcurrir como mínimo un plazo de 4 meses desde que el seguro médico entró en vigor.
Pruebas diagnósticas
Las pruebas diagnósticas de alta resolución como resonancias magnéticas, scanner, TAC o endoscopias estarán cubiertas por las coberturas del seguro médico tras cuatro meses desde la fecha de efecto de inicio del seguro.
No obstante, si ya tuviéramos con anterioridad contratado un seguro de salud con otra compañía aseguradora, los periodos de carencia se eliminarían y por tanto no habría que esperar a que transcurra determinado plazo para poder acceder a determinados servicios.
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